Disculpas y demás

He pasado 6 días sin escribir. No puedo creerlo. No sé para ustedes, pero a mí la separación se me ha hecho insoportable. Creo que el blog está algo venido a menos: no hay mucho que me encante en él. Realmente, ni siquiera tiene una dirección. De los nueve gatos, digamos, que leerán esta entrada, podría decir, aproximadamente, que a unos cuatro gatos (incluso, cuatro y tres cuartos de gato) les interesan los libros, dos vinieron buscando a Connie Talbot cantando en Britain`s Got Talent, otros dos vienen porque realmente no les interesa ni los libros ni Connie Talbot pero influye el factor "Oh, mi amiga tiene un blog, qué cool". Y el otro gato... bueno, supongo que será el típico que abre el blog y cierra de inmediato, diciendo "Ay, caramba, ¡¿qué es eso?! ¡Ciérralo, ciérralo, CIÉRRALO!". Agradecimientos a este usuario, encargado de desinflar mi ego (ya lo necesitaba) y bajar el promedio del tiempo que los usuarios soportan estando en mi blog.
¡Gracias, compañero inconformista! (Sólo espero que no se sienta en la suficiente confianza como para preguntarme que, si he cogido cuatro y tres cuartos de gato, dónde ha quedado el otro cuarto de gato).
Realmente me encantaría que todos estuvieran felices y vieran aquí lo que quisieran ver, ¿saben? Realmente me encantaría que, si lo que estás buscando es un comentario de la trilogía de Stiegg Larsson, un e-book con la traducción oficial de "Amanecer" (¡no lo hay por ninguna parte!) o hasta un poco de bloqueador solar virtual (ahora que lo pienso, alguien debería inventar, ¡serviría para que tu avatar conserve su encantadora piel vampírica aún bajo el sol!), lo pudieras encontrar aquí, con un par de clicks por aquí y por allá. Por supuesto, no se puede tener todo lo que uno quiere (ni con la Cadena de Correo Hecha por el Mismísimo Dalai Lama ni con la de la Virgencita de Guadalupe).
DE modo que voy a hacer las cosas como iban hasta ahora, o mejor, si es posible. Pero realmente sería un sueño hecho realidad que lo poco de aquí que te guste y que puedas leer antes de cerrar espantado la ventana lo pudieras recomendar a alguien. No lo pido porque mi sueño secreto sea conquistar el mundo, sino porque si hago algo bueno lo ideal sería que llegue a más gente. Eso es lógico.
AH, CARAMBA.
¿Por qué les pedía disculpas? Entre otras cosas, por dejar abandonado el blog (¡vamos, a los blogs que me gustan yo suelo entrar todos los días y si no encuentro algo nuevo y bueno me desespero!). Y otro motivo más: Hace mucho que quiero escribir otra historia similar a La Increíble y Triste Historia de Elizabeth y el Lapicero (hasta le causó un caso de incontinencia urinaria a una lectora), pero esas cosas ya no me salen anymore. No se preocupen! Ya saldrá algo. Tengo algunas cosas interesantes con otra amiga mía (sí, otra), que me gustaría colgar.
Y el resto de cosas ya las explicaré después.
Despidiéndose de ustedes, con un dolor de cabeza inexplicable, un frío explicable y un impredecible delantal de cocina puesto...
YO