No pongo la lista de personajes porque este blog contenga una blognovela, un fanfic o un similar (que cada día hay más similares novedosos y explosivos), sino porque cuando escribo aquí suelo hacer cualquier cosa para que ni yo ni ustedes nos aburramos.
Desde luego, yo soy Myriam, y en el sentido estricto de la palabra yo vendría a ser la protagonista. No, no conozco a ningún vampiro. Bueno, también soy mala en gimnasia y tengo la misma manera de ahogar las palabras antes de hablar que tiene Kristen S. cuando interpreta a Bella, pero eso no viene al caso porque no planeo armar ninguna historia aquí. Oh, quizá sí, pero no del modo en el que ustedes piensan. Al fin y al cabo, cuando digo "Myriam" me refiero a mí, no a ningún personaje ficticio.
(De modo que tienen frente a ustedes al personaje más interesante que van a conocer jamás. Tomen fotos.)
Elizabeth tiene más o menos mi edad. No soy yo, no es nadie que conozcan ustedes (a menos que dé la casualidad que ustedes sean Elizabeth... caramba, ¿es eso posible?), no es Guadalupe (como ella ya bien sabe), no es... bueno, si han tenido una teoría acerca de quién es, entonces ya saben por dónde no va la cosa. Sobre su vida personal no quiero ahondar: ya exploto suficiente ese campo en algunas entradas. ¿He usado toda su historia? Por supuesto que no. Digamos que he usado su permiso para recortarla a mi gusto y añadirle algunos ingredientes de mi cosecha, sal y pimienta al gusto, un poco de mecanismos de autoprotección (no demasiados, pueden ranciar la mezcla), y ya. Asunto solucionado. De modo que la Elizabeth que conocen no es la Elizabeth que yo conozco... lo cual es una suerte, porque la Elizabeth que yo conozco no se llama Elizabeth.
Ah, y ese asunto de cambiar nombres no es nuevo. Sucede lo mismo con todas las personas mencionadas aquí (menos yo, claro está: ¿cómo podría cambiarme el nombre si sé que mis amigos y familiares van a entrar al blog?): con Augusto (cuyo nombre puse en honor a un amigo con el que hablé una vez, un chico que estaba completamente loco y que me contó que, por llamarse Julio Augusto, sus compañeros del colegio le cantaban la canción de los meses del año - "Mayo, Junio, Julio, Augusto, Septiembre, Octubre..."-), con... Caramba, ¿con quién más?
¡Ah!
Quizá deba aclarar que Guadalupe tampoco se llama así. Me pareció prudente ponerle el nombre que ella quisiera. Le propuse Rosalinda, porque le gustan las novelas mexicanas y yo supuse que ese nombre saldría a menudo, pero ella me respondió que las Rosalindas de las novelas que ve suelen ser las criadas, lavanderas, niñeras, etc; y que ella quería nombre de protagonista. (El comentario anterior es con el perdón de todas las Rosalindas del mundo. Últimamente, cuando hago algún comentario gracioso la gente le ve el lado ofensivo -no sé cómo lo hacen- y me llueven arañazos por todas partes). Sin su permiso, dije en una entrada que su nombre completo era "Guadalupe de los Ángeles", y ella solo me dijo (con cara de velorio) que no tenía ni idea de dónde había yo sacado tremendo nombre.
Continúo. Hay ovejas (formalmente, dos, la oveja descarriada y la oveja sabelotodo, cada una con su blog propio), hay usuarios que hacen intervenciones a mitad de entrada (Usuaria Twilighter-Robmuérdeme, Usuario MurderCat 007, este último en honor al nombre que mi hermano usaba en GunBound), hay usuarios desconocidos (???, creo que le voy a poner de nombre "Acertijo").
???: ¡Qué poco original!
Nah, mereces quedarte sin nombre.
Bueno. Es todo. Si no han entendido nada de lo que he dicho (y, aún así, han seguido fielmente hasta el final de la página), los invito a leer las entradas que quieran. Se toparán con algunas de las intervenciones que menciono y se enterarán de las historias secretas de algunos de estos personajes.
