NOTA IMPORTANTE

Se está creando un anexo muy importante de este blog: el Blog de la Oveja Sabelotodo, un blog privado donde sacamos bromas hasta de los libros de historia y filosofía. Si el nombre te parece cómico, pospone tu risa para un momento de menos apuro y apresúrate a enterarte cómo puedes acceder. ¡Mira esta entrada!

REFLEXIÓN OVEJUNA

¿Por qué "Oveja Descarriada"? Porque si antes uno debía hacer las cosas mal para ser distinto, ¡ahora debe hacer las cosas bien, y será rebelde y mal visto por el resto de la manada! ¿No es absurdo?


viernes, 31 de diciembre de 2010

Enredados: La historia de una Rapunzel a la que no se le enreda ni una hebra de pelo

Nota informal: El pelo no se le enreda ni a la historia ni a ella misma, lo que quizá encuentre sentido en todas esas mañanas de desocupación en las que Rapunzel se dedicó, entre muchas otras cosas, al cuidado de su cabello. La siguiente entrada fue escrita a raíz de la sugerencia de mi hermano de escribir sobre alguna película que me haya gustado para que la resurrección del blog no se me haga muy pesada. Pues bien, niños, niñas, aquí vamos.


"Enredados" (cuyo nombre en España será "Rapunzel") no sólo es la nueva apuesta de Disney para rescatar la animación tradicional mediante una nueva propuesta, o la película que vuelve los ojos hacia un cuento infantil que ya estaba siendo increíblemente olvidado por los estudios de animación, sino que es también es la película que superó a Harry Potter 7 en las taquillas del 3 al 5 de Diciembre. Esto se explicaría, por supuesto, con el sencillo argumento de que ese fin de semana el público ya habría visto a ver Harry Potter días antes y habría decidido darle una oportunidad al nuevo estilo visual de Disney.


La animación tradicional consiste en la trasposición de miles de dibujos en secuencia, a fin de lograr el efecto de movimiento. Las películas animadas de hoy en día emplean personajes modelados en tres dimensiones por computadora, lo que, entre otras cosas, pone el énfasis en la búsqueda de unos personajes y escenarios cada vez más "reales". Entonces, ¿a qué se debe que producciones como "Enredados" traten de salvar de la muerte una técnica que pareciera ya haber sido olvidada y cuya desaparición muchos no llorarían? La respuesta llega tras ver esta nueva versión de Rapunzel. La animación en 3D no permite el aire caricaturesco de las películas de Disney de los 80's y 90's, lo que significaba más libertad en los gráficos, mayor comicidad y una suerte de no-verosimilitud gráfica (los dibujos no tenían que parecer reales, por lo tanto, no era necesario que las historias fueran verosímiles en un 100%) permitía la adición de escenas musicales como parte de la trama.

"Enredados" fue elaborada con la trasposición de imágenes de la animación tradicional... trasposición de imágenes en 3D. Esto último permitía que visualmente no fuera catalogada de anticuada, y la técnica desplegó ante ella el ramillete de posibilidades antes mencionadas: imágenes con más gracia, más bromas, musicales donde el villano se echa a cantar de buenas a primeras...

Sin embargo, de no ser por la historia estas cualidades no hubieran pasado de significar un "Ah... vaya" en la boca del espectador. La trama ha desmembrado la historia original y la ha convertido en una historia con algunos (que no son todos) elementos totalmente nuevos, dotándola de una solidez envidiable. El humor es ligero pero no estropea el sentimiento general, el ritmo es bueno, el guión tiene detalles bien cuidados. En cuanto al final, muchos podrían sacar argumentos lógicos que lo contradicen (argumentos que se extraen si se siguen detalles al pie de la letra), pero lleguemos a un acuerdo: no podría terminar de otro modo. Se podrían hacer objeciones al mensaje general de la historia base (que, a fin de cuentas, es el mensaje de la mayoría de películas que tienen en ellas algo de comedia romántica: el de una pareja que se enamora enseguida, a pesar de sus personalidades aparentemente opuestas y que luego se unen en un romance ideal), pero el humor lo atenúa y el tono de la película termina por convencer al espectador (o por lo menos al que escribe esta nota, lo que ya significa demasiado) de que no hay por qué tomarse las cosas tan en serio. Y así es como se disfruta mejor la película, sin enfurruñarse contra los personajes, contra el exceso de sartenes, contra los gestos exagerados del caballo, o los del camaleón, y simplemente dejando que uno mismo (el que a veces está muy adentro de uno, e incluso su existencia sea ignorada) se sienta a sus anchas y diga "¡Ah, vaya!"


Nuevamente, nota informal: Y bien, ahí quedó todo. Esta película la he visto tres veces, en formato ilegal (¡lo siento, no me tomen por ejemplo!) y con los gráficos a la altura de su legalidad, y aun así me ha encantado, a pesar de ese extraño sabor dulzón que me dejaban las escenas románticas. La personalidad infantil y chillona de Rapunzel, la del seudo-príncipe (que, dicho sea de paso, se parece a uno de mis hermanos) y hasta la del camaleón me han gustado mucho. Al ver el tráiler realmente creí que era una película tonta para gente que va al cine a reírse y a comer popcorn; y ahora puedo asegurarles que también ha sido echa para nosotros, los niños y niñas que nos fijamos en la estructura del guión. Lo único que me dejó cejifruncida fue el enigma de Rapunzel dando vueltas y vueltas por su castillo, con más de veinte metros detrás de ella, sin que ninguna de las hebras deje jamás la educada fila de pelo que la sigue por todas partes.